
REFLEJO INVOLUNTARIO
MICRORRELATOS
Nicolás J. Marinelli

Se miraron por unos segundos mientras se peinaban, hasta que solo una de ellas pestañeó.
Después de aquel día, Miriam destruyó todos los espejos de su casa y jamás volvió a tocar un cepillo.
Por precaución temerosa, ni siquiera se atrevía a mirarse en los charcos de agua ni en las superficies metálicas de ningún electrodoméstico.
Y hasta llegó soñar con cambiar su nombre por alguno que reflejase su interna predilección.